20060830

¿A qué juega César Mauricio Velásquez?

El presidente del círculo de periodistas de Bogotá pasa de agache ante la polémica por la publicación de unas fotos de Alejandra Azcárate de una adaptación del cuadro "La Última Cena" por parte de la revista Soho.
No defiende -que supondría uno, es su trabajo- la libertad de expresión y la pluralidad necesaria en una sociedad democrática. Por el contrario: cuando el proceso ya salió descartando méritos para semejante querella tan absurda, sale amparado en un tribunal de ética a regañar veladamente a la revista.
César Mauricio Velásquez, que también es decano de comunicación de la ultracatólica Universidad de La Sabana y miembro de una de las tantas comisiones de paz que hay en este país en guerra, no parece ser un tipo serio.
No parece auténtico. Es uno de esos mandaderos de ocasión. Un portavoz con cara afable de algunos de los intereses más retrógrados que pretenden gobernar este país. Será académico muy serio, buen padre de familia, afamado periodista, pero no puede ser el presidente del CPB.
Claramente sus criterios están fundados en las convicciones religiosas del grupo al que pertenece: el Opus-Dei.
Muchas de las convicciones del Opus-Dei son contrarias a la democracia. Como por ejemplo expoliar públicamente por medio de la ex comunión a médicos que cumplen con la ley y le practican un aborto a una niña de 11 años que fue violada por su padrastro. O pretender que en aras de la protección de culto se prohíba a los artistas y escritores abordar el misterio religioso desde el punto de vista que se les de la gana. Como tenemos todos el derecho a hacerlo.
El señor Velásquez debería fundar una agremiación que se llame Círculo de Periodistas Católicos y desde allí promover y defender las ideas que se le vengan en gana.
Pero usar el gremio de periodistas a favor de causas que su comunidad religiosa defiende tan arduamente es un jueguito vil.

Nota Tónica
Dark Messages-Air

20060825

Pobres y antojados

Cruda. Porque qué vaina: la realidad colombiana es cruda. Brutal como la adaptación que presenta el Canal Caracol del libro “Sin tetas no hay paraíso”.
Así como esa niña Catalina debe haber a esta hora miles de niñas con las mismas expectativas, con los mismos sueños y sin ninguna oportunidad de cumplirlos por la vida legal. Así mismo hay otros tantos ‘Titis’ o Cardonas: despiadados empresarios del narcotráfico con ganas de tirarse a una virgencita o de exprimir un par de melones prefabricados para ellos y para todos.
Así es Colombia. Así es mis queridos, así al gobernador de Risaralda le parezca un irrespeto con su tierra llena de gente buena y trabajadora. Así la Comisión de Televisión pida que lo pasen para más tarde. Así es Colombia y no creo que a estas alturas alguno no se haya dado cuenta. Vaya al centro comercial más cercano y verá. Vaya a un restaurante de la zona rosa de cualquier ciudad de este país: hay encontrará a su Catalina y a su Cardona para que lo confirme.
Y la reflexión que viene como un golpe en cada momento que uno ve la serie es que esto es imparable. Quién le va decir a una muchachita que sí, que el estudio si sirve, que terminar el bachillerato es necesario, que eso le sirve para conseguir un buen puesto, para salir adelante, para librarse de las privaciones. Nadie. Porque es mentira. Un porcentaje altísimo de la población colombiana no tiene chance de nada en la vida. Serán para siempre unos “llevados”, como ese grupo de pobres resentidos que aparece minutos antes en el Desafio 20.06.
Pobres. Pobres y resentidos. Y resentidos con razón. Porque uno se entera en la radio que un congresista tiene una asignación mensual de casi 20 millones de pesos mensuales. Pero igual roban y cuando los pillan salen a decir que los periodistas son unos sicarios morales, igualitos a los de las motosierras. Y entonces uno pobre y antojado ve que la vecina por puta tiene todo y yo no tengo sino tareas.
O que el parcerito del colegio ahora es un patrón. Porque si antes los colombianos todos querían ser presidentes ahora todos en el fondo envidiamos al traqueto. El traqueto que come en los mejores restaurantes, que tiene fincas y guacas como las de las FARC en cada apartamento, el que se come a las viejas más buenas, el que tiene los mejores carros y a quien todo el mundo respeta. El putas.
Todo ese resentimiento es producto de una injusticia. Una injusticia obvia pero que todo el mundo justifica o la esconde. Se nos puede ir la vida a todos fumigando los Parques Naturales, cogiendo a 10 o 15 patrones, o penalizando de nuevo la dosis personal con la vana idea de que esto parará lo imparable.

Soundtrack
Don't Stop-The Rolling Stones

20060811

Viejo Malo

Es recurrente ese juego de plantear un nombre o un lugar y contestar con la primera palabra que se viene a la mente. Si el ejemplo fuese Fidel Castro, no tengo duda, sería: dictador.
Un dictador abominable y cruel como todos los dictadores. Lejos de la leyenda que promueven algunos, a mi Fidel me parece el equivalente comunista a aquella otra gran fiera: Augusto Pinochet. A Pinochet sus defensores también le conceden con cinismo y complicidad virtudes metafísicas, cualidades sobrehumanas y le prodigan tanto cariño como a un padre, o, últimamente, como a un abuelo decrépito.
No conozco Cuba, debo aclarar. He hablado con cubanos, pero no creo que ninguno me haya ofrecido una imagen completa del dictador. Así que mi percepción está basada, sobre todo, en fragmentos de realidad.
Aún así: la diáspora cubana que se tomó Miami y los relatos de pobreza que llegan de la Isla son suficientes para desacreditar al impertérrito gobierno de Castro. La represión milimétrica y la corrupción de la cúpula comunista son innegables.
Hechos repudiables, pero mi indignación va por otro lado: la complicidad de un sector importante de la elite intelectual latinoamericana. No basta sino leer los perfiles que presentaron para la BBC, Mario Benedetti y Ernesto Cardenal. Quisiera saber cuál sería la reacción de esos mismos escritores si otro hiciera un perfil tan generoso de, digamos, el general Videla o el mismo Pinochet.
No son solo Benedetti, Cardenal y otros cuantos los únicos. Hay que ver la manera como se indignan algunos colombianos cuando se cuestiona la generosidad del gobierno con los paramilitares y la confiancita que han cogido esos señores para andar como personajes muy decentes por clubes y centros comerciales.
Hace un par de semanas, Pachito, el vicepresidente, casi bota un niño que sostenía en sus piernas luego de que los periodistas cuestionaron los beneficios de la Ley de Justicia y Paz a la luz del fallo de una corte internacional. Pobresitos, déjelos tranquilos, denles una oportunidad. Sitico doctor Mancuso y su excelencia Ernesto Báez. Esos héroes.
De la misma manera como un amplio sector de la sociedad colombiana está dispuesta a tragarse –o aplaudir- las más insultantes muestras de impunidad y desfachatez de Mancuso y sus secuaces, a muchos intelectuales de izquierda les parece casi un pecado capital criticar al dinosaurio que oprime a los cubanos.
Claro. Siempre es bueno aplaudir una acción de fuerza cuando no es uno el que la va a padecer. Cuando la mano va a apretar un cuello distinto al de uno.
“Tan chévere la Revolución Cubana”, “Que bombardeen esa selva a ver si acaban con toda la guerrilla”. Son frases que entrañan el mismo desprecio por los semejantes. Casi siempre, los más débiles. Si, claro, que alguien sufra para que yo me sienta bien. Quién los manda a vivir por allá. ¿No?
Es egoísta. Y es sobre todo un sartal de mierda decir que los cubanos son unos afortunados: todos saben leer y tienen salud mientras en otros países la gente se muere sin saber firmar o en la puerta de un hospital. Claro. Valiente logro en 48 años de dictadura siniestra. Un avance kilométrico aún cuando el ingreso medio mensual de un cubano no alcanza los 100 dólares, la mayor parte del día no hay energía eléctrica y el trabajo más codiciado es el de jinetera en el Malecón. Bravo. Impresionante.
Como impresionante que a algunos aún les parezca heroico resistirse a morir por puro apego al poder. Por ambición y por crueldad.

Y RECUERDEN...

MAÑANA ES EL TAPATÓN. A LAS 9:30 QUE ESTÉN LLEGANDO ES BUENA HORA. SON APENAS 8.OOO PESITOS Y ES POR UNA BUENA CAUSA.


GRACIAS A TODOS LOS QUE HAN AYUDADO.

20060802

Pa'lante como el elefante: Tapatón 2006

No me diga que se va a quedar con las ganas de ayudar.
No me diga que ese día tiene un matrimonio, bautizo, primera comunión, bodas de plata de su tía Pepita.
Recuerde: el Tapatón es este próximo 12 de agosto en Abnocto Bar.
¿El Cover? los mismos 8.000 pesitos que le vale un six pack de Bravas.
¿La Causa? Que me robaron, se me metieron al apartamento y me sacaron las cositas. Necesito de $u Ayuda para recuperarlas. Hoy por mí, mañana por tí.
¿La música? Aunque el bar es gótico, dada la rareza del convite abriremos al tornameza a distintos tipos de expresiones músicales a saber: New Wave, Pop de los 80 y los 90, Brit Rock y un remate electrónico. Todo magistralmete mezclado por los Dj Tapas, Rocket y Anyelik.
Pero para que no tengan excusa, el buen amigo Patton ha sugerido que se reciban también donaciones. Para lo cual hemos habilitado dos medios de contribución.


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Para mayores informes, escriba al mail: chicodelatapa@gmail.com.


Gracias a todos los que de una o de otra manera han contribuido con esta causa.