20061004

¿Qué todo lo nuevo es mejor?

Los publicistas y los expertos en mercadeo nos han metido en la cabeza un chip que se activa al ver en los productos -con fondo amarillo y letras rojas la mayor de las veces- la palabra “nuevo”. Es como un talismán del consumidor. Todo lo nuevo es bueno: más eficiente, más barato, más moderno, más elegante.
Yo estoy a favor de la innovación, ni más faltaba. Pero hemos llegado a un nivel de obsesión por la novedad, que todo lo ha vuelto prescindible, fugaz y desechable.
Esta el caso del IPod. El aparato icono de estos días como lo fue el telebolito para los jóvenes de los 70 o el Family para los que crecimos poniendo a Mario Bros a comer hongos.
No soy experto en tecnología, pero tengo un punto de vista como consumidor: ¿para que quiere uno un Ipod?: Almacenar y reproducir música. Si eso es lo que uno quiere -porque puede que todo se reduzca a alardear- la versión que yo tengo del IPod, es más que suficiente. 20 gigas de espacio, pantalla a blanco y negro, nada de imágenes. Debo confesar que hasta hoy no he sentido las irreprimibles ganas de verme alguna película de Steven Seagal en el trayecto de mi casa a la oficina.
Con el agravante de que al aparatito hay que ponerle una concha como si se tratará de una perla: para que no se raye, no se golpe, no le de frío. Pero conozco mucha gente a la que de un día para el otro el aparato les deja de funcionar y ya. Sino sirve ninguna de las fórmulas de reanimación que hay en la página del Apple, la solución es sencillísima: comprar otro.
El prestigio de lo nuevo se traslada a los cambios de dueños. Cuando el Banco Superior fue comprado por el gigante Davivienda los medios se descularon en loas al negocio. Qué que tan bueno, decían. Yo, en cambio, me di cuenta que como usuario del Banco Superior iba a llevar las de perder. El pez grande se come al chico.
Antes para pagar un extracto tenía uno pocas sedes, pero casi siempre ágiles, con todos los cajeros trabajando. Ahora a Davivienda le ha dado por cerrar un montón de oficinas y nos ha atiborrado a sus usuarios, que deben ser como cuatro veces los que tenía el Superior, en las que quedaron, con cajeros malgeniados y desinformados.
La vez pasada tuve que ir por el extracto que me debía llegar a la casa. Van cinco meses en las mismas. Ni siquiera tienen tinta para imprimirlos. Una belleza. “¿No conoce nuestro portal de Internet?”, me pregunta el subdirector de la oficina Andino, con en ese tono de quien le indaga a uno por su familiaridad con el agua tibia. “No hombre, no tengo tiempo. Y cuando tengo, vengo a perderlo con usted tratando de imprimir un extracto”. “Bueno ya mismo le damos su clave”. Regresa al rato, “el informador número 1 lo está esperando para atenderlo”. Y no, estaba ocupado con otra señora que estaba haciendo el mismo reclamo. Pase al dos y la niña me dice que no, que tampoco se puede porque no tengo cuenta de ahorros en Davivienda –afortunadamente-. Vuelvo donde el funcionario que tiene la misma cara de apelotardado del Fiscal Iguarán, y confirma mi sospecha: es un apelotardado. “Ah es que usted no tiene cuenta de ahorros”. Ni modos, cámbiese de banco.
Y está el ejemplo de la revista Gatopardo. Una publicación entrañable que mes a mes he comprado y que durante casi 6 años se gano el mérito de ser la mejor revista en español. ¿Y la han visto ahora que la edita un grupo mexicano? ¡Tiene hasta horóscopo!, una letra grandísima, unas fotos chibisimas y unos temas tediosísimos. Qué se puede esperar, por ejemplo, de una revista que se divide en dos secciones: “agenda pública y agenda privada”. Hágame el favor esos nombres tan pomposos, tomados seguramente de algún seminario de relaciones públicas. Era mejor cuando uno encontraba solo crónicas y reportajes, a secas. Pero nada. Como todo lo anterior no habrá más remedio que suscribirme a TV y Novelas. seguramente, no me decepcionará.

Nota Tónica
Changes- David Bowie

8 Comments:

At 4:42 p. m., Blogger Rocket said...

Uy el día que te suscribas a TV y Novelas, te toca que empezar a ver más Tv Nacional porque es como una revista escrita en mandarín... yo, rara vez sé que quien hablan...

Un besote!!!!!

 
At 7:38 p. m., Anonymous Anónimo said...

Exactamente por eso no tengo ipod. Simplemente no lo necesito, y de tener uno tendría un Zen o uno de creative que hace más cosas. No se que chiste le ven a ver películas en ese tamaño, me parece un poco ridículo la verdad.

Ya dentro de poco los celulares van a tener capacidad de almacenar los mismos 100 GB de música, servir de PDA, cámara de 4MP ... y ahí como cosa adicional harán llamadas. Espere un ratico y verá.

 
At 10:47 p. m., Blogger MaJaDeRiA said...

Le comente que conoci al man que edita aca GatoPArdo??? jeje, tengo hasta fotos...bueno, no con él, pero si de él. El caso es que no ma parecio bruto, al contrario, un tipo muy muy inteligente...

Y nop, a mi no me parece que Gatopardo haya disminuido de calidad, aunque claro, yo ahora ando parada EN EL REINO De la basura, y la verdad es que entre todo el berenjenal de aca, es DE LEJOS la mejor.

Saludos

 
At 12:07 p. m., Blogger Alexillopillo said...

Jaja, me hizo acordar de mi esposa que hace un año queria un Sony PSP dizque para "ver peliculas en la oficina." Eso es como pedir un computador para poder ver la hora. Y lo del iPod tambien me parece algo demasiado sobre estimado. Llamenme anticuado, pero yo tengo un Mp3 de apenas 512 megas, marca gato, y es mas que suficiente para escuchar musica casualmente en el gimnasio o algun rato libre. Pero digale a un pelado que no necesita uno de 100 Gigas con pantalla en color y resolucion de 128 bits con paracaidas de emergencia y chuspa pal cepillo de dientes.

 
At 12:53 p. m., Anonymous Anónimo said...

Tiene razón, creo que no he comprado un Ipod, es porque no tengo plata, jajajaj!!

Aunque viendo mejor las cosas, pa´ que coños sirve eso. Me quedo con mi reproductor de 1gb Marca "el pollo feliz".


Saludos

 
At 8:56 a. m., Anonymous Anónimo said...

Ahhh que bonito y chistosito suena cuando se narra así pero vaya uno y viva el karma de los pinches tontos que atienden Davivienda. Muy rara vez uno logra hacer sus pagos tranquilos. Aunque la verdad tengo que contarte que Banco Superior, aunque efectivamente era mucho mejor en atención de cajas, para su servicio de cartera con tarjetas de crédito era horrible. Ahora con Davivienda quedó peor de horrible.

De los ipod pues qué decir, yo sigo con mi mp3 de 512 MB y soy feliz, aunque ya se me esté dañando un poquito. =) Y de las revistas no te opino porque soy del porcentaje de la población que ojea y no lee. Muy rara vez me llama la atención algo. La veintiúnica revista a la cual le fui fiel en mi bella juventud fue a Nintendo, para saber todo sobre los juegos y los tips pues. :P

 
At 12:01 p. m., Blogger Juan Felipe Chamorro said...

Yo siempre he alegado por eso (claro que es que yo alego por todo)... no sé para qué putas los celulares tienen de tooooooodo, eso pa' qué??... el celular pa0 que lo llamen a uno y uno hacerle la líchiga a los que sí tienen minutos; el Ipod para guardar música y ya.

Y también de acuerdo con lo de Gatopardo. Aunqe no era un lector fiel, sí vi unas crónicas del putas ahí; en estos días vi una por ahi y ya era una mierda. La mexicanización no es buena, eso ya está más que demostrado...

Un saludo parce!

 
At 9:27 a. m., Blogger Unknown said...

MMM....los bancos son la mejor muestra de colombianidad, osea, si un extranjero quiere conocer las cosas malas de los colombianos pidale el favor de que le pague un recibo en un banco o llevelo con usted, vera como se divierte...

Lo del IPOD; estoy cansada de comprar cosas de ùltima que en dos meses estan obsoletas, me paso con la videograbadora, con la camara digital, compre un diskman carisimo y a los tres meses salieron los reproductores de mp3 por la mitad del precio y menos de la mitad del tamaño, ahh...por eso no compro Ipod...esperarè que salgan los celulares que vaticina Patton a ver que pasa...

pdt: muy bonito tu apartamento...

 

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