En la frontera del paraíso

Bueno. Llegué. De nuevo en la gran ciudad. Creo que nada puede hablar de una manera más elocuente de cómo y en dónde la pase que las fotos que posteo a continuación.

Conocí el metro, que hoy cumplió 10 años de inaugurado.



... Y luego el Metrocable.



Antes de partir, una ronda por el Parque Berrío y el Museo Botero (¿o de Antioquia?)



Ahora sí. Con ustedes el embalse de Guatapé y sus alrededores. Como dice en su desconectado Charly García, por favor, lloren.

Una perspectiva desde un senderito que del hotel conduce al casco urbano de Guatapé.



Guatapé. Un pueblito turístico que está rodeado por el embalse. Aquí una de sus calles.



Por 3.000 usted accede a unas escalinatas que lo conducen a la cima de la piedra del Peñol. Desde allí se observa este sobrecogedor panorama.




A la bajada, dese un tiempo para mirar desde dónde viene.




Otro de los sitios para visitar es el parque de la Culebra. No es la gran cosa, pero usted puede obtener una foto como esta desde allí.

Los primeros ojos que veo cada mañana

El asunto es que no se de quién es este retrato colgado al frente de mi cama.

No es que Miranda esté enojada

... Es que aún no se acostumbra a posar para mi nueva cámara. Jajajaja. Estoy feliz

Que la memoria arda

Para que el recuerdo no se extinga.

A los niños ya no los hacen como antes

Recuerdo que en mis días de pedir dulces uno decía "triqui triqui jaloguin, quiero dulces para mí, y si no me da, le rompo un vidrio y salgo a mil".

Los niños de ahora cantan "quiero paz, quiero amor, dame dulces por favor". Qué mal.