20060331

La tarea no hecha

Debo decir que la idea me cautivo. El tipo, un creativo de una agencia prestigiosa, se gastó dos horas exponiendo en un tono jocoso pero con sobrada indignación porque, palabras más palabras menos, Colombia es una mierda.
Los colombianos, ese factor común tan ambiguo, somos por lo general atravesados, avivatos, ambiciosos y mediocres. Son sus palabras, tomandome el atrevimiento de resumirlas sin su permiso. Y los ejemplos sobran. Tanto de expresiones de esas características como de las consecuencias que tiene en campos tan diversos como la publicidad y el fútbol, por nombrar dos.
El issue, para usar una palabra tan del medio, es que la indignación del tipo se acrecentó cuando el gobierno colombiano, a través de Proexport, le pagó 400 mil dólares a otro creativo -gringo- para que se inventará la campañita esa de Colombia es Pasión. Aparte de apasionados,vívisimos esos de Proexport.
A mí la campañita esa me sonó a conjura. A parte de boba, creo que contribuye a un mal que nos está matando el alma y la conciencia. Qué pena meterle política, pero sin duda tal conjura tiene mucho que ver con el actual presidente y su obsesión reeleccionista. Así que el ambiente reinante, la mentalidad dominante, está muy en la onda de hacernos creer que vamos por el buen camino. Como si una estela de polvitos mágicos hubiese pasado convirtiendo todo aquello que antes del 7 de agosto de 2002 era malo en una maravilla.
El reto, entonces, era darle la vuelta a ese tipo de racionamiento. Pasar de usar banderitas, cancioncitas, niñitos, manillitas y todos los diminutivos que se le vengan a la cabeza y tengan que ver con el patriotismo exultante y pensar de verdad porqué vale la pena proponer una campaña que estimule el "Ser Colombiano".
Algo, alguito, alguna vaina, debería justificar el ser colombiano y sentirse orgulloso de ello. Yo no la encontre, y por eso la petición de razones que no fueran las que tanto se usan para autocomplacernos y reafirmarnos sobre la nada. Agradezco el esfuerzo de muchos que se tomaron la molestía de responder. Pero debo confesar algo: ninguna me convenció. Y como era yo el que tenía que convencerse, para a su vez, convencer a otros, pues no podía contentarme con una idea a medias que no me sonará a argumento real. Qué desilusión.
La conclusión, y me perdona el que no esté de acuerdo, es que no hay razón para sentirse orgulloso de ser colombiano, Como puede que la haya o no para sentirse orgulloso de ser argentino, salvadoreño, ganés o iraní. Pero no era el caso. Me importaba saber si los colombianos podían definirse como un producto único por algo que fuera cierto y no por algo que quisiéramos creer. Pongo un ejemplo recurrente: dizque "los colombianos somos trabajadores", "echados pa'lante", "emprendedores", "berracos" y un largo etc.
Pues fíjese que no. O al menos eso concluye un estudio de valores realizado por Raddar, Napoleón Franco y McCannErickson. Según el diario Hoy que recoge en primera plana el informe, los colombianos somos perezosos para trabajar. Lo hacemos porque nos toca y en lo que haya. Nada más así se demuestra que tan mentirosa es la campaña boba esa de Colombia es pasión.
Miren la elocuencia del estudio, cuya metodología desconozco: "Con respecto a hace 20 años, hoy los colombianos estamos menos orgullosos de la patria" y empeoraremos en los 40 por venir.
Me parece más acertado este estudio, que por ejemplo, aquel que nos puso en segundo lugar en un loco ranking de felicidad. El colombiano no me parece feliz. Me parece muy infeliz. de hecho. Otra cosa es que seamos recocheros, le saquemos chiste a todo o cualquier evento nos parezca digno de parranda. Lo cual no es malo ni bueno, pero no es felicidad. En ese sentido el colombiano es algo patético, porque parece como embuido en una borrachera permanente que lo hace reir, cantar, aplaudir y hacer la ola por cualquier cosa. "Emborrachate colombiano, que borracho es como mejor te ves", es un slogan más propicio para la patria creo yo.
Por eso el orgullo colombiano es tan tragicómico. Unas expresiones festivas de una realidad decadente. Que desconocemos o ignoramos.
Por eso preferimos mentirnos o creernos la mentira. Y de ahí, la profundización de la decadencia. El criterio para acometer la tarea era no mentir, no maquillar y que la razón fuera incluyente, una tendencia general al menos. Por eso no la hice. No la pude hacer. No había cómo.
A lo mejor, claro, es mi culpa por plantear las preguntas que no son.

20060329

¿Hay una razón por la cuál usted se sienta orgulloso de ser colombiano?

Les pido responder una sola pregunta.

¿Hay una razón por la cuál usted se sienta orgulloso de ser colombiano?

Sugiero algunos criterios que son necesarios para la idea que estoy buscando.

1. No se valen logros individuales ajenos(el Grammy de Shakira, el Nobel de García Márquez, las carreras de Juan Pablo Montoya…)

2. No se valen accidentes naturales(las especies de mariposas, la cordillera de los Andes, los dos océanos…)
3. No se valen productos o marcas (el café, la Colombiana, las arepas antioqueñas…)

4. No se valen recuerdos, creencias, personajes o hechos de la ficción o comparaciones no comprobables(la Atenas Suramericana, la Virgen de Chiquinquirá o que tenemos el tercer mejor himno del mundo… )

5. Ni razones personales(mi hijo nació aquí, aquí conseguí novia, aquí me desvare…)

Si en serio cree en esa razón, por favor envíemela. El deadline es el jueves al mediodía.

20060328

Mejor Muerta...



Yo insisto: piensa mal y acertarás.
Es la única manera de no equivocarme. Trato también de darle largas a las expectativas a fin de que se me olviden. Así que sí sucede algo que anhelo mucho, me coge por sorpresa y no ansioso. Lo digo porque es más ganancia encontrarse una moneda de 500 que recuperar 10 mil pesos que se sabían de uno.
Por eso hubiera preferido no recibir esa llamada. Que no me buscarán para decirme que sí, que tengo el perfil, que pase la prueba. El fracaso ya lo había asumido con silencio y resignación. P
ero no. Me llaman a decirme que sí, que todo muy bueno, que pase la prueba, que tengo el perfil… pero que no les alcanza para pagarme lo que me ganó.
¿No les alcanza?
Estuviera hablando uno del canal comunitario de Kennedy, pues sí. Tampoco es que esté pidiendo millones de dólares. Ni siquiera en devaluados pesos mi “pase” es caro. Pero así suele pasarme. Sino es una cosa es la otra. Y lo peor es que no estoy en condiciones de ceder ni un poquito. Además ¿Por qué siempre tiene que ceder el pobre asalariado? Ellos son los de la plata. Los que tienen muuuuuuuuuucha plata. Así que por puro sentido de la justicia, pues tampoco.
Igual el del otro lado de la línea telefónica dijo que lo iba a pensar. Pero teniendo en cuenta que allá afuera hay montones de personas con el mismo título que yo que se irían por una fracción de lo que me ofrecieron, pues lo mejor es volver a echarle tierrita a la ilusión.
Otra vez.
No sea que por andar descubierta, con estos fríos de ahora, se me refríe y le de por atormentarme con sus estornudos.
Es mejor muerta, que agonizando, o trashumante por ahí.

Punto aparte: Agradecería mucho a todo aquel que me mande covers a mi mail.

20060325

Placidamente

Va a ser bien dificil actualizar esta vaina seguido porque a un genio de la oficina le dio por eliminar el acceso a blogger. En consecuencia de la misma medida absurda contra la que he expresado mi más enérgica protesta, tampoco puedo leer blogs en la oficina.
Y en la casa la línea telefónica esta dañada. Tampoco es que haya mucho tiempo o mucho tema. Esta noche tengo una fiesta muy importante. Dos personas que quiero mucho celebran su cumpleaños. Mañana tengo una graduación igualmente entrañable: mi papá termino su curso de pintura. Y el partido de fútbol.
La tarde de ayer fue tan placentera. Y la noche... Vimos Mullholland Drive y Sideways. Bueno yo esa no la vi mucho.
Acabo de salir a pasear con Miranda. No He comprado la pelota nueva. Qué mal.
Quiero llenar el álbum del mundial.
Vengo escuchando con reiterada frecuencia una canción que si pude, debería escucharla: Hold Me de Weezer. Hace parte de su nuevo disco. Es una balada rockera realmente muy buena.

Esta es la letra

I am terrified of all things.
Frightened of the dark.
I am.
You are taller than a mountain.
Deeper than the sea.You are.
Hold me.
Hold me.Take me with you ´cause
I´m lonely.
I was closer to you back then.
I was happier.
I was.
You are fading further from me.
Why don´t you come home to me?
Hold me.Hold me.
Take me with you ´cause I´m lonely.
I am...I am...
Cold.
Hold Me.[solo]
Hold me.
Hold me.
Take me with you ´cause I´m lonely.
Hold me.Hold me.
Take me with you ´cause I´m lonely.
Hold me.Hold me.

20060321

Pelota de letras

Esta noche, después de un largo día, después de un buen fin de semana, salí con Miranda a dar el paseo correspondiente en ese parque que tanto nos gusta recorrer. Como es costumbre, tome uno de los porros que ya he tenido tiempo de armar y me fui a caminar. Incluso llevamos una pelotita, una pelota pequeña de caucho y decorada con letras del alfabeto. Normalmente yo le tiro su riata enrollada y ese es el juguete que persigue corriendo. Pero la novedad de la pelota sin duda le dio más dinámica al juego. Primero practicamos en un sitio alumbrado y rodeado de arboles, no muy lejos de la avenida. Allí me fume el porro mientras que Miranda trataba de quitarme la pelota de los pies. Luego rodeamos las canchas de microfútbol y caminamos por el sendero que lleva al bosque. Yo le tiraba la pelota y ella la seguía rauda. Varias veces se nos perdió la dichosa pelota cubierta por la penumbra. Después de una búsqueda unos metros alrededor del sitio al que suponíamos se había dirigido, alguno de los dos la hallaba. Pasó así por un rato. Hasta que llegamos a la montaña que está detrás de la cancha de fútbol. Un par de perros, un san bernardo y un akita, también andaban por allí y se unieron al juego muy amistosamente. Miranda perseguía la pelota y los dos jóvenes la seguían. La primera vez Miranda ganó la pelota. La segunda, el San Bernardo. La tire de nuevo. Los tres perros salieron corriendo. Pero esta vez no regresó ninguno con el juguete en la jeta. Los dos perros se fueron después de un par de minutos de infructuosa búsqueda. Miranda y yo, nos quedamos. Dimos varias vueltas a un área de búsqueda cuidadosamente seleccionada. Ella desde abajo, yo desde arriba. Pasaron al menos 5 minutos y nada. Nos mirábamos de reojo de vez en cuando a ver si alguno había dadó con la esférica. Se perdió la pelota de letras. De vuelta a casa, caminamos los dos apenados por nuestro estruendoso fracaso en el arte de tirar y recoger pelotas en un parque (de noche). Tocará comprar otra. Ahora que puedo creo que escogeré una más grandecita y de algún color llamativo, como rojo o amarillo. A decir verdad, no se me ocurre una solución mejor.

20060313

Jo, Jo, Jo, Jo...

Image hosting by Photobucket

En medio del nefasto panorama político que quedo planteado ayer, lo único bueno es que ya hay por quién votar. Y si los únicos argumentos en contra de Gaviría Díaz son
1. que está muy viejito; y 2. Que no tiene experiencia administrativa (lo que en este país equivale a no haber robado antes una ciudad, un pueblo, una entidad o un departamento) pues creo que las hordas uribistas se verán a gatas para deslegitimarlo. Claro, a los líderes de las hordas no hay que subestimarlos, sobre todo con antecedentes como los que les conocemos (remember el affaire Pardo). Eso sí: lástima que no haya ganado Pardo, sino el escudero de la peor clase política que ha gobernado este país de malos gobiernos y malas clases políticas. Ojalá Serpa se hunda, y Gaviria lleve a la segunda vuelta al señor candiGato Uribe. Sería un escenario interesante, puede que con derrota garantizada, pero que la izquierda tenga esta opción es un avance. Chiquito, pero avance al fin y al cabo.

20060307

Tengo que correr, tienes que correr a toda velocidad...

A ver, a ver… cuándo fue la última vez. Sí, hace como cinco meses con Maria V. ¿Y antes? Como año y medio con Caro A. Le precedieron Julio, Giovanna, Francesca, Pablo, Jenny y la lista puede seguir y seguir. Todo el mundo se va. Siempre alguien va para alguna parte. Alguien tiene algún sitio a dónde ir o a dónde volver. Siempre me toca despedirme de alguien, ver un bus, un carro o un avión perdiéndose en el horizonte a sabiendas que no va a estar de vuelta pronto, que el boleto de regreso está fechado para mucho tiempo después, cuando ya nada sea igual, cuando ya ese equilibrio esté roto, cuando todo haya pasado. Lo malo del tiempo es que pasa. Y que pesa.

Entretanto suena
La Despedida- Fito Páez

20060306

¡Qué pereza!

Y ahora es el golf. Como hace un par de años fue el automovilismo y hace dos décadas el ciclismo. Otra moda. Otra moda tan vana como cualquier otra y sobre todo tan fugaz. Ahora el nombre de Camilo Villegas abre todos los noticieros y su foto está en la primera plana. De la misma manera –con toda esa actitud tan montañera que nos caracteriza- como era héroe Juan Pablo Montoya y lo fue Lucho herrera.
Ahora hasta el que ni siquiera sabe pronunciar los datos técnicos se proclamará experto en este jueguito bobo y elitista. Todos padeceremos a un tío o un primo que nos deslumbre en las fiestas y reuniones familiares hablando de potts y greens, con la misma propiedad campechana y fútil como pontificaban hablando de pistones, circuitos, polesposichion y todas esas cosas en tiempos del auge nacional de Fórmula 1. Así como aprendieron geografía europea gracias a las hazañas de Herrera y Parra encima del “caballito de ácero”. Bueno antes, al menos, se aprendía geografía y no mecánica.
Lo peor: esos expertos de la televisión. Porque a un tío es sencillo sacarle el jopo y voltear para otro sitio donde se discuta de política o del Factor X, los únicos dos temas que nos apasionan a los colombianos. Pero a esos expertos de la televisión, esos que hablan de “el nuestro” y usan el “nosotros” cuando se trata de un deporte individual, donde de Colombia no hay sino la lejana procedencia del protagonista de turno, es una labor titánica.
Porque Camilo Villegas y Juan Pablo Montoya bien podrían ser peruanos, bolivianos o congoleños. Su éxito no es el de un país, y por eso debería al menos darnos vergüenza gritar que “ganó Colombia” o que “Colombia se hizo al título”. Hombre, no. Ganaron ellos, Montoya y Villegas. Solos, solitos, con ayuda de sus familiares y casi a pesar de ser colombianos. Se nos mueren los futbolistas de hambre y venimos a decir que esos triunfos son colombianos. Si aquí lo único que apoyan el Estado y los ricos con total decisión son las elecciones y la guerra, ambas, prácticas en las que nos va divinamente.
¿Pero el golf? ¿O el automovilismo? No es sino ir a esos escombros que llaman autodromo de Tocancipá o esos campos públicos de golf en el parque La Florida para ver el grado de apoyo que tienen los deportes en los que nos creemos estrellas y figuras y los putas de Aguadas. Y eso que en Aguadas ni los paramilitares de Ernesto Báez han hecho una pistica de karts.
Qué pereza el día en que a los niños comiencen a vestirlos de golfistas con lo charra y ridícula que es la pinta con la que se práctica el deporte ese. Más charra que los cascos de plástico que simulaban los de Montoya. Qué pereza ahora ver a Camilo Villegas del que hasta antesdeayer apenas sabíamos que existía, promocionando desde calzoncillos hasta flanes de Alpina, recibiendo condecoraciones y alabanzas, columnas de opinión y paparazzis y las exigencias de esos ciudadanos preocupados que les exigen a los deportistas lo que no son capaces siquiera de sugerirles a los políticos por los que votan: carisma, compromiso, responsabilidad social…
La televisión colombiana se va a poner ahora peor –si cabe- con las transmisiones de ese deporte tan aburrido, con miles de avisitos que no dejan ver, llenos de banderitas y mensajes patrióticos. Y los tíos, los comentaristas y los políticos… ¡Qué horror! Lo único bueno es que se va a bajar la fiebre del automovilismo. Aunque el precio es alto, muy alto: casi como lo que pagará la ciudad por expropiarles a los riquitos del Country Club esa belleza de cancha de golf que tienen atravesada en la mitad de la carrera 11, en Bogotá.

Entretanto suena...
Stuff Me- Peaches / Up Calling All Angels-Train/ Oye Como Va- Santana/ Because The Night- 10,000 Maniacs